La comunidad de la parroquia Santo Domingo Savio está profundamente agradecida con el P. William Eduardo Castro, quien hasta el 24 de junio del 2014 nos acompaña como nuestro párroco.
Es indudable la transformación y vitalidad que impregnó en nosotros por medio de su infatigable labor pastoral manifestada en las procesiones, horas santas, la novena de navidad con el pesebre rodante por las calles de nuestros barrios, la atención a los enfermos, su ayuda a los menos afortunados, acompañamiento espiritual y sus constantes llamados a los feligreses para llevar a nuestra realidad la palabra de Dios.
Preocupado por la formación de los fieles invitó a talleres de oración, cursos de Bioética, Mariología y de Biblia. Puso un especial interés en la presentación del templo por lo que se le ve adornado con hermosos arreglos florales, cuadros al óleo, un cristo articulado en madera ubicado en el muro que esta sobre el Sagrario, cambió las estaciones del Vía Crucis por unas más grandes, la imagen en bulto de nuestro Patrono.
Dio especial importancia a las fiestas marianas, domingo de ramos, Señor de la Misericordia, Corpus Christi, novenas de navidad al aire libre, etc., por medio de procesiones (en ocasiones acompañas por una banda de guerra) a las que acuden en cantidad personas de todas las edades.
El P. Castro se ha caracterizado por su disposición a la atención de los enfermos, realzar la iconografía cristiana en el templo y en diversas celebraciones litúrgicas, de manera que los fieles llegan de una forma pedagógica a vivir, con un sentido piadoso, la fe en Cristo Jesús.
Damos gracias a Dios por habernos enviado a tan excelente pastor.
A partir del 25 de junio del 2014 contaremos con el P. Pedro Fernando Mercado Cepeda como nuestro nuevo párroco. Nacido el 24 de octubre de 1978 en Sabanalarga (Atlántico), se ordenó como sacerdote el 20 de diciembre del 2003. Actualmente se desempeña como secretario adjunto de la Conferencia Episcopal de Colombia y es encargado de las relaciones entre la Iglesia y el Estado.
Demos pues la bienvenida y apoyemos a nuestro nuevo buen pastor, rodeémoslo como comunidad parroquial y oremos por él.
