Obispo lamenta suicidio de sacerdote colombiano en EE.UU. y lo confía “a la infinita misericordia de Dios”

Servía como párroco de la Iglesia de San Esteban, dijo que reza por él y pidió oraciones por él, además de confiarlo a la misericordia de Dios.
En un comunicado publicado el 29 de agosto, el prelado recordó que el sacerdote, nacido en 1979 en Colombia, fue “fiel, alegre y entregado”, desde su ordenación el 25 de mayo de 2013.
En declaraciones a Univisión, María Rodríguez comentó que el P. Rafael “era un padre muy bueno. Era muy querido, tenía muchas personas que lo quieren, a pesar de que ya no está con nosotros. Lo extrañamos”.
Un sacerdote “no está exento de la enfermedad”
En su declaración, el obispo afirmó que “un sacerdote, como todo ser humano, no está exento de la enfermedad. Aunque la mayoría entendemos que una enfermedad física puede ser fatal, no siempre reconocemos que lo mismo puede ser cierto respecto a la enfermedad mental”.
“El P. Rafael luchó la buena batalla en sus combates con la enfermedad mental, y no estuvo solo en esa lucha”, subrayó.
Mons. Sweeney también señaló que “la profunda desesperación que puede llevar a una persona de fe a esta conclusión terrena está más allá de nuestra plena comprensión. Por ello, encomendamos al Padre Ciro, a sus seres queridos afligidos y a sus hermanos sacerdotes en la oración, pidiendo la consolación que solo Dios puede dar”.
Un llamado a la esperanza
“Sacudidos en lo más profundo por esta tragedia, nuestra fe en la vida eterna en Cristo permanece como luz en la oscuridad”, explica el obispo.
“Ninguno de nosotros podrá comprender completamente los temores y luchas del Padre Rafael. Sin embargo, sabemos que luchó con valentía para encontrar la paz que tanto anhelaba. La sombra de este momento no disminuye la luz brillante de su espíritu”, añade.
“Concédele, Señor, el descanso eterno, y brille para él la luz perpetua. Descanse en paz”, indica el prelado al indicar que pronto se darán a conocer los detalles de las exequias.
¿Qué dice la Iglesia Católica sobre el suicidio?
La enseñanza de la Iglesia sobre el suicidio está en los numerales que van del 2280 al 2283 del Catecismo de la Iglesia Católica. Al respecto, el obispo recuerda lo que dice el 2283: “no debemos desesperar de la salvación eterna de las personas que se han dado muerte. Dios puede haberles proporcionado, por caminos que Él solo conoce, la ocasión de un arrepentimiento saludable. La Iglesia ora por las personas que se han quitado la vida”.
Además, y aunque el suicidio “es contrario al amor del Dios vivo”, el Catecismo también establece en el numeral 2282 que “trastornos psíquicos graves, la angustia, o el temor grave de la prueba, del sufrimiento o de la tortura, pueden disminuir la responsabilidad del suicida”.
“Con esta certeza, confiamos al Padre Rafael a la infinita misericordia de Dios, rico en compasión”, resalta el Obispo de Paterson.
Buscar ayuda
Si tú o alguien que conoces está pasando por una crisis emocional o pensamientos suicidas, recuerda que la Iglesia Católica ofrece acompañamiento espiritual, oración y espacios de escucha, y anima a buscar ayuda profesional, anima el prelado.
Puedes comunicarte con líneas de ayuda, como Línea Nacional de Prevención del Suicidio (988 en EE.UU.) correspondiente a tu país, o acudir a tu parroquia, donde encontrarás apoyo y recursos pastorales.
La Iglesia Católica enseña que la vida es un don de Dios y acompaña con compasión a quienes sufren, sin juzgar y ofreciendo esperanza, oración y consuelo a las familias afectadas.
Autor Walter Sánchez Silva de ACIPRENSA